domingo, 16 de septiembre de 2012

La India pone en órbita satelites de Francia y Japón

La Organización de Investigaciones Espaciales de la India (ISRO) realizó el lanzamiento espacial número 100. El cohete portador PSLVC-21 llevó al espacio extraterrestre un aparato francés y otro japonés.


Si bien la magnitud del programa espacial indio es incomparable con el norteamericano o el ruso, es de suponer que esta situación no durará mucho tiempo.

El lanzamiento tuvo lugar el pasado día 9 desde el Centro Espacial Satish Dhawan en la isla Sriharikota. Fue puesto en órbita el satélite francés SPOT-6 (el sexto aparato del programa francés “Sistema Experimental de Observaciones de la Tierra”), para las observaciones de nuestro planeta con un diapasón de resolución de 1,5 metros. La masa del satélite es de setecientos doce kilogramos y el supuesto plazo de funcionamiento en la órbita es de diez años.

La “carga” japonesa consistía en el microsatélite experimental japonés de quince kilogramos. PROITERES (Project of Osakf Institute of Technology Electric-Rocket-Engine Onboard Small Space Ship). Además, una parte de la carga útil del portador fue provista por ISRO, que probó en este lanzamiento nuevos sistemas de aviónica.

ISRO fue fundada en 1969. El programa espacial indio de hecho comenzó en 1963, de modo que el año que viene ya se podrá hablar de su cincuentenario. Y el país llega a este nuevo aniversario con un importante programa de exploración del espacio, en el que se prioriza el aprovechamiento del espacio para las necesidades terrestres.

Los principales cohetes portadores de la India – el PSLV (Polar Satellite Launch Vehicle) и GSLV (Geosynchronous Satellite Launch Vehicle), en sus diferentes modificaciones pueden trasladar a órbitas geotransitorias cargas desde 1,05 hasta 2,5 toneladas. Por ahora el PSLV es el más exitoso. En su historia ha habido solamente un lanzamiento fallido, el primero, en septiembre de 1993. El hecho de que haya sido escogido para el lanzamiento del SPOT-6 (originariamente se planeaba para agosto de este año y luego fue aplazado y efectuado el 8 de septiembre) habla a favor suyo. Hasta ahora ISRO ha lanzado al espacio veintinueve satélites de otros países.

El lanzamiento de septiembre del PSLV es el segundo de este año. El primero fue llevado a cabo a finales de abril, cuando el cohete portador llevó al espacio al satélite indio de sondeo a distancia RISAT-1. Además, para fines de año está planeado otro lanzamiento, cuya principal carga útil estará constituida por el satélite indio-francés SARAL.

El cohete GSLV ha sido menos afortunado. De sus siete lanzamientos solo dos fueron exitosos y uno parcialmente exitoso. En otoño de este año ISRO tiene programado lanzar la modificación M1.II del GSLV. Por otra parte, en la agencia se está trabajando en su tercera variante, la más pesada – el GSLV Mark III, que puede transportar a la órbita extraterrestre cuatro toneladas. El vuelo suborbital de su prototipo fue trasladado desde finales de 2012 a 2013.

Si en relación a los cohetes portadores la India se está convirtiendo paulatinamente en un importante participante del mercado, en cuanto al estudio con fines científicos del espacio sideral la situación en algo diferente. Hasta principios de los años 2000 la India prácticamente no participó en las investigaciones espaciales. Su primer aparato científico – la estación automática lunar Chandrayaan-1, diseñada en amplia cooperación internacional, resultó ser muy exitosa y dio a los estudiosos datos interesantes sobre la Luna. Lanzada en 2008, se convirtió en una parte de la flotilla de misiones a la Luna, que incluía las estaciones japonesa Kaguya, la china Chang’e 1 y la pareja norteamericana LRO/LCROSS. Precisamente esto ha sido importante para que el programa científico espacial indio empezara a atraer cada vez más la atención de la opinión pública mundial.

Al igual que la mayoría de las potencias espaciales, la India anunció un programa lunar duradero, que incluía aparatos de descenso y todoterrenos lunares. La segunda misión – Chandrayaan-2– debía llevarse a cabo en “pareja” con el proyecto ruso “Luna-Resurs”. Pero la catástrofe sufrida por el Fobos-Grunt se tradujo en la revisión de los planes planetarios rusos y la posposición de la ejecución de los proyectos.

Nadie se atreve a decir si en tales condiciones el proyecto conjunto con la India puede hacerse efectivo. La India anunció que el próximo proyecto planetario no tendrá que ver con la Luna, sino con Marte, y deberá llevarse a cabo literalmente “mañana”. En 2013 un pequeño aparato espacial deberá ser lanzado a Marte para el estudio del Planeta Rojo desde la órbita de uno de sus satélites. El cambio de los planes de Rusia y las consideraciones internas podrían influir en la modificación de la situación. La India ya estuvo en la Luna, Marte no ofrece ningún tipo de nuevas posibilidades para el perfeccionamiento de las tecnologías. Semejante enfoque es característico del programa espacial inicial, cuando no se trata tanto del estudio sistemático del objeto, cuanto de las complicadas tareas técnicas, cuya solución de por sí representa un gran interés.

El plazo corto para la preparación de la misión causa escepticismo entre los especialistas. La prensa británica destaca la irracionalidad del gasto de dinero para una misión tan complicada como injustificada, cuando la mayor parte de la población del país vive en la miseria. El modesto proyecto marciano, sobre el telón de fondo de los éxitos estruendosos de EEUU, más bien pasará desapercibido. Es más, si la misión lunar parecía ser la continuación de una línea predeterminada, el vuelo a Marte se parece más a un tributo a la moda. Por lo demás, éste es el punto de vista de los países que hace mucho que están implicados en las investigaciones espaciales. Para la India tener un satélite propio junto a Marte puede resultar mucho más significativo.
Fuente: Spanish ruvr

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